jueves, 6 de octubre de 2016

Exposición de fotografía científica Lo invisible

La exposición “Lo invisible” trata de acercar al público en general los trabajos de investigación que se vienen realizando en el ISCIII y que utilizan la microscopia de fluorescencia como una herramienta de trabajo.
Permanecerá desde Octubre del 2016 hasta abril del 2017 en el Salón de actos Ernest Lluch, en el Campus de Chamartín del Instituto de Salud Carlos III, Avenida Monforte de Lemos nº 5 (Madrid).

El título

“Lo invisible” hace referencia a varios aspectos que suponen la investigación científica.
Por un lado, el trabajar en la frontera del conocimiento, es decir, en el límite entre lo que se conoce y lo que se desconoce, supone una mirada valiente y atrevida hacia adelante, hacia lo desconocido, intentado arrojar luz. La grandeza de esta mirada es que es honesta, se busca el porqué de las cosas, y se obtienen resultados que pueden y deben ser contrastados por el resto de la comunidad científica y este conocimiento debe ser revertido a la sociedad.
Por otro lado, el título hace referencia al común denominador de todas las imágenes, el microscopio, que nos permite observar más allá del límite impuesto por la naturaleza al ojo humano, haciendo visible lo que hasta ese momento nos era invisible.
Por último, la técnica empleada en todas las imágenes es la fluorescencia, que no solo es una poderosa técnica de los laboratorios de investigación biomédica, sino que también nos proporciona imágenes de gran belleza.

La exposición

La exposición recoge 47 fotografías que representan las distintas miradas con las que nos acercamos a observar una problemática, muy especialmente enfocadas hacia la salud pública.
Para seguir un hilo argumental las fotografías están agrupadas en 5 capítulos, Capítulo 1: La fluorescencia; Capítulo 2: Los cultivos celulares; Capítulo 3: Nuestras defensas; Capitulo 4: Los patógenos; Capítulo 5: Los modelos animales.
En el inicio de cada capítulo se ha colocado una breve descripción de cada uno de los mismos para que los visitantes pueden interpretar lo que están viendo.

Os recojo aquí los textos que introducen cada capítulo:

Capítulo 1: La fluorescencia

La fluorescencia es una propiedad que surge de la interacción entre la materia y la luz presente en la naturaleza, se caracteriza por la emisión de luz a una determinada longitud de onda (un color determinado). Este  fenómeno lo podemos controlar y manejar en los laboratorios, convirtiéndose en una poderosa herramienta de trabajo. La microscopía de fluorescencia nos permite observar, con diferentes colores, los distintos componentes que deseemos localizar.

Capítulo 2: Los cultivos celulares

Las células son los ladrillos sobre los que se asienta la vida. En los laboratorios se les proporciona un entorno adecuado para que crezcan, esto permite que se pueden cultivar. Gracias a ellas, se pueden realizar experimentos relativamente sencillos, por lo que suponen el primer escalón de la investigación.

Capítulo 3: Nuestras defensas

El organismo dispone de defensas que le ayudan a protegerse de agresiones externas, algunas son barreras físicas, como la piel, el ácido del estómago o la flora bacteriana; otras son células, como los linfocitos, los macrófagos o los neutrófilos; y otros son proteínas o fragmentos celulares como las plaquetas y los anticuerpos.

Capítulo 4: Agentes patógenos

Los patógenos son agentes biológicos capaces de provocar un daño en el organismo. Pueden ser de diferente naturaleza, entre los virus, los hongos, los protozoos y las bacterias se encuentran algunos de los más comunes, pero dentro del término más general de gusanos, encontramos muchos agentes patógenos que producen parasitismo.

Capítulo 5: Los modelos animales

El empleo de animales en investigación ha ido paulatinamente disminuyendo, refinando los experimentos que se realizan con ellos y reemplazándolos por otros sistemas cuando ha sido posible. Sin embargo siguen siendo imprescindibles para progresar en el conocimiento científico, en el estudio de enfermedades y el desarrollo de nuevas terapias.

Y para finalizar también os pongo los títulos de cada una de las imágenes con sus correspondientes créditos.

Imágenes

01: Nacimiento del pelo. Biopsia humana. Miguel Calero, Alejandra Kun.
02: Insecto (Pediculus humanus). Fernando González Camacho.
03: Fluorescencia natural de un insecto. Bombyx mori. Fernando González Camacho.
04: Técnica de inmunofluorescencia en cultivo infectado por Rotavirus. Javier María Rodríguez, Fernando González Camacho, Daniel Luque.
05: La fluorescencia en diagnóstico clínico. Trichinella spiralis. Esperanza Rodríguez de las Parras, Sonsoles Jiménez Sánchez.
06: Lentivirus con diferentes colores infectando un cultivo celular. Javier García Castro, Arantzazu Alfranca, Vanessa Blanca.
07: Células de glioblastoma. Pilar Sánchez, Cristina Zahonero.
08: Cultivo primario de neuronas. Isabel Liste Noya, Patricia Martínez Morales.
09: Neuronas. Marçal Vilar, Sergio Hernández Latorre.
10: Células tumorales formadoras de neurosferas. Pilar Sánchez, Cristina Zahonero.
11: Citoesqueleto de actina. Miguel Calero, Alejandra Kun.
12: Células de melanoma. Antonio de la Vieja, Ana Chocarro Calvo.
13: Células MA 104. En rojo los núcleos, en verde el retículo endoplasmático. Javier María Rodríguez, Fernando González Camacho, Daniel Luque.
14: Cultivo de células. En azul los núcleos celulares, en verde la red de mitocondrias. Javier García Castro, Isabel Mirones, Ander Abarrategui.
15: Células endoteliales. En verde el citoesqueleto de actina, en azul los núcleos, en rojo las mitocondrias. Silvia Hernández Esteban, Fernando González Camacho.
16: Fibroblastos de paciente de Alzheimer. Miguel Calero, Alejandra Kun.
17: Células de arteria pulmonar. Silvia Hernández Esteban.
18: Células tumorales. Pilar Sánchez, Cristina Zahonero.
19: Cultivo primario de pacientes con ELA. Yolanda Campos, Rebeca Martínez Jiménez.
20: Astrocito. Eva Cano, Elena Quintana Menéndez.
21: División celular (mitosis). Células HeLa. Marçal Vilar.
22: Linfocitos. Mayte Coiras.
23: Macrófagos fagocitando a Candida (azul). Oscar Zaragoza, Rocío García Rodas.
24: Neutrófilos (azul), Streptococcus pneumoniae (verde). José Yuste, Elisa Ramos Sevillano.
25: Células megacariocitos formando plaquetas. María Luisa Gaspar, Isabel Cortegano, Carolina Ruiz.
26: Proplaquetas y plaquetas. Maria Luisa Gaspar, Natalia Serrano, Carolina Ruiz.
27: Lesión cerebral y astrocitos. Eva Cano, María del Carmen Serrano Pérez.
28: Microglia. Eva Cano, Elena Quintana Menéndez.
29: Microglia. Eva Cano, Elena Quintana Menéndez.
30: Neumococo (verde) y neutrófilos. José Yuste, Elisa Ramos Sevillano.
31: Neumococo. José Yuste, Elisa Ramos Sevillano.
32: Cryptococcus neoformans. Oscar Zaragoza, Rocío García Rodas.
33: Candida tropicalis. Oscar Zaragoza, Ana Cecilia Mesa.
34: Legionella pneumophila. Carmen Pelaz, Consuelo Elola Vega.
35: Leishmania. Mercedes Domínguez, Inmaculada Moreno Iruela.
36: Células Ma-104 infectadas con Rotavirus. Javier María Rodríguez, Fernando González Camacho, Daniel Luque.
37: Hipocampo de ratón. Helena Mira, María Díaz-Moreno.
38: Zona subventricular (SVZ) del cerebro de ratón. Helena Mira, María Díaz Moreno.
39: Región SVZ del cerebro de ratón. Helena Mira, María Díaz Moreno.
40: Hipocampo del ratón modelo SAMP 8. Marçal Vilar, Sergio Hernández Latorre.
41: Tejido de mama. Marta Gallego.
42: Biopsia de piel humana. Miguel Calero, Alejandra Kun.
43: Embrión de pez cebra. Aránzazu Sanchis Otero, Jesús Pablo García Cambero.
44: Brazo del giro dentado del hipocampo. Helena Mira, Zoraida Andreu.
45: Tumor en cerebro de ratón. Eva Cano, Andrés Fernández, Patricia Velasco, Javier Cotrina.
46: Caenorhabditis elegans. Encarnación Lozano, Silvia Hernandez Esteban.
47.Bulbo piloso. Alejandara Kun, Miguel Calero.

Espero que podáis asistir y os guste la exposición.














lunes, 22 de febrero de 2016

Un virus con nombre de bosque, Zika

Un poco sobre el virus

El virus Zika pertenece al grupo de los Arbovirus que engloba a todos aquellos virus que emplean como vectores a los artrópodos, transmitiéndose a través de su picadura. Dentro de este grupo se le incluye en la Familia Flaviviridae, Género Flavivirus, al que también pertenecen los virus del dengue y la fiebre amarilla; en estos casos el vector son los mosquitos.

El material genético que portan es ARN de una sola cadena con polaridad positiva, es decir, codifican proteínas que son traducidas directamente desde esta cadena de ARN. Son virus que poseen envoltura rodeando a la cápside vírica.

De manera general, los virus que se transmiten por mosquitos del genero Culex suelen asociarse a síndromes neurológicos (como el virus West Nile) y los virus que se transmiten por mosquitos del género Aedes manifiestan síndromes hemorrágicos (como el virus dengue) . En el caso del virus Zika se han encontrado diferentes especies de mosquitos del género Aedes capaces de transmitir la enfermedad.

El ciclo biológico es similar al de los virus Dengue y Chikungunya. Presentan un ciclo selvático y un ciclo urbano. El ciclo selvático se sostiene entre primates no humanos y mosquitos, y el ciclo urbano se mantiene entre humanos y mosquitos urbanos como Aedes aegypti y/o Aedes albopictus.


Andanzas del virus

El primer aislado del virus se obtuvo en los bosques Zika de Uganda en 1947, a partir de un mono Rhesus mientras se llevaban a cabo estudios sobre el virus de la fiebre amarilla. Posteriormente se fue encontrando en otros países subsaharianos. Desde 1969 hasta la actualidad se han producido toda una serie de brotes del virus en humanos en diferentes países de África (Uganda, Nigeria, Senegal, Costa de Marfil) y Asia (Pakistan, Malasia, Camboya, Indonesia).

En el 2007 es cuando el virus da el salto detectándose el primer brote fuera de África-Asia y tuvo lugar en Yap (isla de Micronesia).

En 2013-2014 hubo un segundo brote en el Pacífico, en la Polinesia Francesa con 8200 casos sospechosos y 396 casos confirmados por PCR.

En la actualidad estamos viviendo un tercer brote, esta vez en Las Américas cuyo posible origen es la Isla de Pascua (2014) y llegó a Brasil (2014) a raíz de un evento deportivo.
El 1 de febrero de 2016 la OMS la declara Emergencia de Salud Pública.


Transmisión y enfermedad

Virus emergente, junto con el Dengue y Chikungunya que han visto favorecida su expansión gracias al rápido transporte de personas y mercancías.

El virus se ha encontrado en 17 especies de mosquitos del género Aedes. Además de la picadura de mosquitos infectados, se están estudiando otras posibles vías de transmisión, como son la transplacentaria, sexual y mediante transfusiones de sangre.

Sobre la transmisión de la madre al feto queda mucho por estudiar, no se conoce bien las circunstancias que tienen que darse para que esto ocurra. Respecto a la transmisión sexual, es posible que suceda si se mantienen relaciones sexuales sin protección durante los 28 días posteriores de la infección debido a la presencia del virus en el semen.

Lo primero que cabe destacar es que el 80% de las infecciones son asintomáticas, se padece la infección y remite sin que tengamos percepción de ello. En el caso de manifestarse, los síntomas más habituales son: erupciones en la piel (maculopapulares), fiebre baja que cede a las 24-48 horas después de la aparición de la erupción, dolor articular, y conjuntivitis no purulenta. Los síntomas suelen remitir a los 3-5 días. Cuando se presentan los síntomas, lo más habitual es que no se requiera hospitalización y en muy pocos casos suele haber complicaciones. La microcefalia congénita y el síndrome de Guiillain-Barré (SGB) son dos de las posibles complicaciones que se pueden encontrar, pero respecto a esto no hay datos y estudios fiables que arrojen luz al respecto, pongamos de ejemplo Colombia, que es el segundo país más afectado por detrás de Brasil, con unos 20.000 casos, y no hay diagnosticados, hasta el momento, ningún caso con microcefalia.


Actualmente no existe vacuna ni tratamiento específico.
Erupción maculopapular. Imagen tomada del blog: Vitalfy.


El diagnóstico

El periodo de incubación de la enfermedad es de 3-12 días, se resuelve en aproximadamente 7 y la mayoría de las veces el cuadro clínico es leve e incluso asintomático, produciéndose en muy pocos casos complicaciones.

El laboratorio de referencia para el diagnóstico de esta enfermedad pertenece al Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III. Las pruebas que se realizan son tanto moleculares, PCR de diseño propio como comerciales; como serológicas, inmunofluorescencia (in house y comerciales) y ensayos de neutralización.

Durante los primeros días después de la picadura del mosquito, las técnicas de diagnóstico se basan en la técnica detección directa, mediante aislamiento del virus a partir de la muestra clínica (viremia) o a partir de la detección del ARN viral mediante PCR. Pasados los primeros días, las pruebas de diagnóstico son indirectas, mediante métodos serológicos, detección de anticuerpos (IgM e IgG en suero) o pruebas de neutralización, siendo esta última la utilizada para la confirmación. Las pruebas serológicas con IgG pueden dar reacción cruzada con dengue o en personas que han sido vacunadas contra otro flavivirus, como fiebre amarilla, por ejemplo.


Situación en España

Laboratorio de referencia en el Centro Nacional de Microbiología (CNM-ISCIII)
Objetivo: Detectar casos importados, mejorar el manejo, prevenir la transmisión.
Centro de Vigilancia: Centro Nacional de Epidemiología (ISCIII).

En España han sido detectados 26 casos importados confirmados a fecha 17-02-2016, la mayoría de estas personas estuvieron durante las Navidades en zonas endémicas de circulación del virus.

Hasta la fecha, todos los casos detectados se tratan de casos importadas, pero no obstante, y a priori, se dan las circunstancias para que el virus pueda circular en nuestra región debido a la presencia de un vector capaz de transmitir la enfermedad, el mosquito tigre (Aedes albopictus). En estos momentos existe una barrera estacional entre la circulación del virus en Las Américas y el invierno en España, periodo en el que el mosquito no presenta actividad en la mayor parte de la Península, pero habrá que estar preparados para la primavera y el verano, cuando la circulación del mosquito comience, y comiencen los viajes veraniegos a las zonas donde el virus circula.


Un poco sobre el vector

El principal mosquito que transmite el virus es el Aedes aegypti, que en la actualidad no lo tenemos en España. El que sí tenemos, no desde hace mucho, es el mosquito tigre (Aedes albopictus) y es un buen candidato para hacer de vector en la transmisión de la enfermedad. Recordemos qué significa esto porque el mosquito en sí no causa la enfermedad. Una persona que lleva el virus, puede ser picada por una hembra de mosquito, al succionar la sangre puede tomar también al virus; éste, después de permanecer por el organismo del mosquito, termina acumulándose en las glándulas salivares donde permanecerá hasta que vuelva a picar a otra persona, transmitiéndole el virus durante la picadura. A esto llamamos vector, el mosquito es el vehículo que utiliza el virus para ir de persona en persona.

El mosquito tigre se ha ido expandiendo desde Asia gracias fundamentalmente al comercio de bambú de la suerte y de los neumáticos. Actualmente se encuentra en toda la cuenca mediterránea y está incluido en el “Catálogo español de especies exóticas invasoras”. En el año 2004 se encontró por primera vez en Sant Cugat del Vallès, y gracias al transporte a través de las carreteras, se ha extendido a través del transporte de personas y mercancías terrestres a toda la cuenca mediterránea desde Algeciras a Francia y las previsiones son que tarde o temprano se extienda por toda la península.

La hembra es la hematófaga, y se caracteriza por presentar una línea blanca por el tórax desde la cabeza. Pica durante el día, vuela cerca del suelo y es difícil de detectar antes de que pique, aunque ocasionalmente puede entrar en las casas, lo más habitual es que viva entre la vegetación, en zonas ajardinadas.

La fase larvaria dura muy poco, de 5 a 6 días, éstas viven en el agua, por lo que la acumulación de agua es imprescindible para que concluya su desarrollo. No obstante, el periodo larvario es tan corto que no requiere grandes superficies de agua, de hecho se ha adaptado muy bien a las condiciones antrópicas y es capaz de desarrollarse en pequeñas superficies acuáticas, como un cenicero con agua en un jardín, pequeños charcos formados por el riego, bebederos de animales, tiestos, comederos, etc. Pueden poner huevos resistentes para pasar el invierno, pueden soportar olas de frío de -10ºC y una vez que llega la primavera, con una tormenta que produzca charcos puede conducir a la aparición de una plaga de mosquitos.

La mejor manera de prevenir la picadura del mosquito es el empleo de repelentes durante el día, teniendo en cuenta que es de actividad diurna. Y tenemos que tener presente, que un mosquito es un vector, para que nos transmita una enfermedad, antes ha tenido que “tomarlo” de otra persona infectada.


Información adicional:


Línea característica del mosquito.
Imagen tomada de la web: 
atrapaeltigre.com
·         Proyecto Atrapa el tigre
  • Atrapaeltigre.com se trata de un proyecto de vigilancia pasiva del mosquito Aedes albopictus de participación ciudadana que participa a través de una app y de fotografías hechas por ellos georrefeneciadas.

  • Consulta de la Unidad de Medicina Tropical del Hospital La Paz-Carlos III:

665 629 890; 91 727 70 00 ext. 81337.
  • ·        Información a viajeros que tengan pensado ir a zonas con circulación del virus (Ministerio de Sanidad). Virus Zika.



Agradecimientos
Me gustaría dar las gracias por la revisión exhaustiva del texto y sus sugerencias a

Ana Vázquez González del “Laboratorio de Arbovirus y Enfermedades Víricas Importadas”, 
Centro Nacional de Microbiología-Instituto de Salud Carlos III.